sábado, 23 de febrero de 2013

Hay igualdad cuando se respeta la diferencia


Cuando uno se sienta, se relaja, se aquieta y reflexiona sobre si mismo estoy convencido que es muy consciente de la forma única que tiene de ser. Uno comprueba su forma única de sentir los acontecimientos de la vida, de tener sus propias ideas, de actuar de manera concreta en cada momento, incluso observa su físico y encuentra rasgos personales únicos  y al final concluye que a pesar de que todas las personas somos iguales, también somos diferentes.
A las personas se nos define por una gran igualdad independientemente de nuestra raza, sexo, color, credo, etc. Seamos de una manera o de otra grandes rasgos comunes a todos que nos hacen sentirnos inmersos en una gran familia.
Pero también a las persona se nos define por unos rasgos personales, únicos que nos hacer ser “especiales” a todos y que no somos un numero dentro de la globalidad.
Es hay de la importancia del respeto por la igualdad en la diferencia. No podemos ser justos sino respetamos las diferencias. Todos hemos experimentado, en algún momento, lo mal que se siente uno cuando no nos han respetado nuestra forma de ser, sentir, pensar.
Necesitamos de un mundo justo que respete las diferencias y todo en favor de bien de todos y para todos.
Os invito a reflexionar sobre vuestro nivel de tolerancia y de respeto por las diferencias de los demás (raza, sexo, religión, sensibilidad, destrezas, físicos...).
Como ves la justicia es un valor indispensable para nuestra convivencia. Estamos obligados a cuidarlo y respetarlo.