Hoy jueves día 10 celebramos la fiesta de un
gran hombre, y es importante por la gran devoción que tenía hacia la Virgen María.
Se trata de San Juan de Ávila. Nació en Almodóvar
del Campo (Ciudad Real) el año 1500.
De una familia muy rica, al morir sus padres
repartió todos sus bienes entre los pobres y después de tres años de oración y
meditación se decidió por el sacerdocio.
Estudió filosofía y teología en la Universidad de
Alcalá de Henares.
Desde el principio de su sacerdocio demostró una
elocuencia extraordinaria. El pueblo acudía en gran número a escuchar sus
sermones donde quiera que él fuera a predicar.
Cada predicación la preparaba con cuatro o más
horas de oración de rodillas. Y los resultados eran formidables.
Su devoción a la Virgen era tan grande que lo hacía exclamar. “Más
preferiría vivir sin piel, que vivir sin devoción a la Virgen María”.
Son numerosos los santos y autores que estuvieron
relacionados con San Juan de Ávila –entre ellos Ignacio de Loyola-. Casi todos
ellos influenciados por sus escritos, su persona y su gran devoción a la Virgen María.
San Juan de Ávila hoy también puede ser para
nosotros un ejemplo de vida y de amor hacia María, la madre de Jesús.