Las comunicaciones se han convertido en una de las cuestiones
internacionales básicas de nuestro tiempo, no sólo por su importancia para la
economía mundial, sino también por sus repercusiones para el desarrollo social
y cultural.
Dentro del mundo de las comunicaciones, la televisión es una de las
protagonistas clave, por su influencia cada vez mayor en el proceso de adopción
de decisiones, al haber sido los ojos del mundo en muchos conflictos y otras
amenazas para la paz y la seguridad, así como por haber llamado la atención de
toda la sociedad en importantes cuestiones económicas y sociales. Hoy en día,
también podríamos sumar las redes a este medio.
Por ese motivo, en 1996, la Asamblea General proclamó el 21 de noviembre Día
Mundial de la
Televisión. Con esa fecha conmemoraba, además, la celebración
del Primer Foro Mundial de la
Televisión en las Naciones Unidas en ese mismo año. Se
invitaba a los Estados a observar el Día Mundial promoviendo intercambios
mundiales de programas de televisión centrados en cuestiones como la paz, la
seguridad, el desarrollo económico y social y la promoción del intercambio
cultural.
¿Cuántas horas pasas delante de la televisión? ¿Realmente eres crítico
con lo que decides ver o te quedas absorto con cualquier programa denominado
“telebasura?
El termino "telebasura" viene dando nombre, desde la pasada
década, a una forma de hacer televisión caracterizada por explotar el morbo, el
sensacionalismo y el escándalo como palancas de atracción de la audiencia.
Utiliza la demagogia, que suele presentar todas las opiniones como
equivalentes por si mismas, independientemente de los conocimientos sobre los
que se sustentan o de sus fundamentos éticos. A ello contribuye la realización
de supuestos debates y encuestas, que no son sino simulacros de los verdaderos
debates y encuestas, y que lejos de arrojar luz sobre los problemas contribuyen
a consolidar la idea del "todo vale".